Después de dos meses sin cuidar nuestro huerto en verano, al volver nos encontramos que los pájaros y la falta de agua habían destruido lo que quedaba de las cosechas. Pero lo hemos visto como una oportunidad: este año plantaremos más y mejor.
Como siempre, lo primero es preparar la tierra, así que el mes de septiembre se utilizó en labrar, remover y nutrir los espacios en los que íbamos a sembrar. Lo segundo fue preparar nuestros bancales, este año hemos preparado cinco.
Os dejamos unas fotos de nuestro trabajo.
Preparando la tierra de los bancales.
Compactando la tierra con agua.
Si no hay martillo… ¡con una piedra!
Trabajo en los bancales.
Labrando la tierra.