El desafío de la educación
2018, un año con muchos retos… entre tantos, uno que nos interpela más fuerte y más directamente: la educación.
Una sociedad que no tenga como primera preocupación la educación de las nuevas generaciones es una sociedad que camina hacia su perdición.
Escuchemos a Don Bosco hablar a los jóvenes. Él nos abre algunas puertas… A veces, hablamos mucho de D. Bosco, tal vez fuera mejor hablar un poco menos de él y un poco más hablar y, sobre todo, hacer como él.
Fijémonos en Laura Vicuňa, joven chilena, alumna de las Salesianas, que festejaremos mañana como Beata. Su vida de una gran sencillez, entregada por amor, es el fruto de la educación recibida.
Con los jóvenes de hoy, a los que algunos sociólogos califican de « jóvenes sin padre, ni madre », intentemos un diálogo abierto, de corazón a corazón con ellos; un diálogo capaz de abrir caminos de confianza y de amistad, que proponga una formación integral y un camino de alegría e interioridad espiritual… A fin de cuentas, la educación ¿no es ante todo un trabajar el corazón?