96 colegios y 53 centros de Formación Profesional de los Salesianos abren sus puertas durante este mes para inaugurar el curso 2016/2017. La vuelta al cole ya está aquí. Tras las vacaciones de verano, alrededor de 100.000 alumnos regresan durante estos días a las aulas de los 96 colegios y 53 centros de Formación Profesional que los Salesianos tienen en España. 7.000 profesores se incorporan a sus puestos de trabajo para preparar el año escolar. El inicio del curso 2016/2017 varía en función de la etapa educativa y de la comunidad autónoma, aunque se prevé que a principios de octubre ya hayan empezado las clases en todo el país.
Con el inicio del curso se produce un relevo en la coordinación nacional de las escuelas salesianas. Óscar González, que hasta ahora ocupaba este cargo, ha sido sustituido por Ángel Astorgano. Este salesiano sacerdote era hasta ahora Secretario General de la Oficina Internacional de la Educación Católica (OIEC), organismo con sede en Bruselas. También ocupó anteriormente el puesto de Secretario General de la Federación Española de Religiosos de Enseñanza (FERE).
Astorgano asume en esta nueva etapa los retos planteados en el Congreso de Escuelas Salesianas que se celebró en marzo de 2015. Fruto de este encuentro, surgió el documento ‘Pedagogía salesiana y opciones metodológicas’, en el que se plantea un cambio entendido como «ajuste o adaptación» de las escuelas salesianas para poder seguir cumpliendo su misión con eficacia: evangelizar educando y educar evangelizando.
Las escuelas salesianas mantienen como una clave educativa prioritaria la formación de buenos cristianos y honrados ciudadanos. La transmisión del Evangelio abre a la trascendencia, promueve valores cristianos y fomenta el encuentro personal de cada alumno con Jesucristo. Igualmente se apuesta por formar una ciudadanía global, crítica, responsable y solidaria.
Por otra parte, se pretende fomentar el desarrollo de las inteligencias y las competencias en los alumnos a través de la implementación de metodologías educativas de éxito, como el aprendizaje cooperativo, el aprendizaje-servicio, el trabajo por proyectos, el pensamiento eficaz, las estrategias de educación emocional o el uso de las TIC, entre otras muchas.
Junto a estas líneas de trabajo, surge también la urgencia de responder a las nuevas necesidades educativas en la sociedad. Según Astorgano, «la presencia de alumnos de otras culturas y orígenes, las nuevas pobrezas juveniles, la incidencia educativa de «otras escuelas» (amigos, el ambiente, los medios de comunicación…) y la insuficiente presencia educativa de la familia, configuran situaciones que exigen originalidad y creatividad en la acción educativa apoyada en el Sistema Preventivo» de San Juan Bosco.
Para poder afrontar todos estos desafíos, en los centros salesianos se sigue apostando por la formación permanente del profesorado. Un año más, los docentes encaran un nuevo curso con la ilusión de poder preparar a los alumnos para la vida, tal como querría Don Bosco.