Marian Serrano (salesianos.info)

Durante su visita a Pamplona para predicar la novena de María Auxiliadora, hemos tenido la oportunidad de conversar un rato con Pascual Chávez Villanueva, Rector Mayor emérito de la Congregación Salesiana, queríamos saber más de su persona, su vida, lo que piensa y hemos hablado de la situación actual en el mundo, de cómo educar, de cómo él se mueve en las redes sociales y de la importancia de la comunicación.

Más de 11.000 seguidores en Twitter ¿cuál es su relación con las Redes Sociales?

Uso WhatsApp y twitter. De Facebook tuve una página cuando era Rector Mayor, que todavía está ahí, cuando terminé como Rector Mayor la dejé, Ángel (actual Rector Mayor) inicialmente siguió esa misma página y todos los seguidores en Facebook pasaron a serlo del nuevo Rector Mayor.

En twitter cada día pongo 3 mensajes en inglés, italiano y español. Pero sobre todo me gusta estar en comunicación, me gusta interactuar. Evitar que la comunicación sea unilateral, que sea verdaderamente una comunicación.

¿Eso sería para lo que se han creado las Redes Sociales?

Lo que ocurre es que muchas de las veces solo se tratan de mandar mensajes y lo que yo busco en mi participación en Redes Sociales es una doble finalidad: iluminar la mente para hacer bueno el corazón.

¿Para eso hay un proceso?

Eso es. No me gusta reenviar mensajes sólo por el hecho de que me los mandan. Si no me identifico no lo mando, y para enviarlo ofrezco con él una clave de lectura, lo hago mío y decido qué quiero comunicar con ese mensaje.

Es la riqueza de uso de las Redes Sociales

Claro, pero el problema es que …no hay una comunicación real. Hay una indigestión de mensajes, sobre todo con mucho narcisismo. Predomina el “like”, me gusta no me gusta…y sobre todo si gusto o no gusto…. Por eso creo que lo importante es lo que cada uno tiene en la mente y lo que quiere comunicar.

Pascual Chávez es conocido como alguien que desde el principio entró en las Redes Sociales cuando era Rector Mayor de la Congregación Salesiana. La razón la da él mismo “porque soy alguien que siempre quiere comunicar. Yo he usado mucho la televisión, en mis tiempos de Rector Mayor me seguían a todas las partes el equipo de audiovisual que los salesianos tenemos en Turín, esto permitía que fuera muy conocido el trabajo de la congregación en el mundo, aprovechando las visitas que yo hacía, nos dio una difusión increíble. Por ejemplo, en Italia había 40 canales que pasaban nuestros productos porque eran muy buenos productos, bien hechos y con un mensaje que contar.

Al finalizar su servicio como Rector Mayor de los Salesianos se puso a disposición de la Congregación, las Hijas de María Auxiliadora, la Familia Salesiana y la Iglesia en general “normalmente para acompañar espiritualmente en ejercicios, conferencias, novenarios”.

¿Cómo prepara sus propuestas? Estoy siempre leyendo. Compro los libros que van emergiendo para estar actualizado.

¿Lee los libros en su idioma original? Puedo leerlos en inglés, español, francés, italiano, alemán. Siempre es más rico, aunque ahora hay traducciones muy profesionales y fiables, se pueden tener versiones muy buenas. Para tener una visión del mundo, perfecto. Otra cosa es si quieres hacer un trabajo de investigación, para eso hay que ir a las fuentes originales, pero si no, no es necesario. Leo mucho, me intereso mucho por lo que pasa.

Nos cuenta que tiende mucho a hacer análisis “sobre todo de la realidad social, eclesial, cultural para saber qué está emergiendo en el tiempo en que vivimos: tanto desafíos  como oportunidades y pensar en cómo responder”.

La conversación es muy clara, las propuestas de vida y educativas que nos hace son evidentes desde un análisis exhaustivo de la realidad, nos surge la duda ¿cómo funciona su cabeza, cómo hace para analizar todo con tanta claridad y con propuestas tan convincentes?

Lo cierto es que siempre he tenido una sensibilidad muy grande por lo que pasa, siempre he tenido el interés por saber en qué mundo estoy viviendo y qué estoy haciendo yo en el mundo y al mismo tiempo tratar de decir que es lo que estoy llamado a hacer en este contexto y…actúo.

¿Y cómo ve la realidad actual?

Desde el punto de vista social a nivel mundial existe un problema muy serio, la falta de una gobernanza a nivel mundial, lo que está permitiendo una exhibición de fuerzas de los que tienen más poder, sea Estados Unidos, China, Rusia…que hace muy difícil llegar a ningún acuerdo. Un ejemplo: Rusia se apropia ilegítimamente de Crimea, sin que la Unión Europea a la que pertenece Ucrania no diga nada. No puede decir nada, no la puede contrarrestar.

Luego esta todo el problema de Taiwan en relación con China. China que además está en conflicto con Japón por las islas Kuriles… y con el mar de la China y que se extiende prácticamente hasta Singapur. Toda esta situación está haciendo al mundo muy frágil, el Papá Francisco habla desde hace mucho tiempo de una guerra mundial en pedazos: si ves el medio Oriente ¿cómo es posible que una guerra tan localizado como es la de Siria, después de 6 años no se logre concluir? ¿quién promueve al ISIS? ¿Quién combate al ISIS? ¿Quién apoya a los rebeldes, quién combate a los rebeldes?

Esta situación es triste, dolorosa y peligrosa. Ahora con todos estos nacionalismos, comenzando con el de Trump, de decir que Estados Unidos tiene que llegar a ser el número uno de nuevo, que es un desafío hasta incluso militar. Estamos en una carrera armamentística de nuevo, que comienza con la guerra comercial. Por ejemplo, los impuestos que Estados Unidos ha puesto a los países con quienes tiene un déficit comercial: China, México y Alemania, también para toda Europa y así sucesivamente…

Aunque también hay cosas positivas: la sensibilidad para los derechos humanos, una mayor valoración de la mujer… pero al mismo tiempo hay unos desequilibrios económicos escandalosos: grandes fortunas frente a mil millones de personas que se mueren de hambre, la supremacía del capitalismo que genera no ya excedentes económicos, sino excedentes sociales: personas descartadas, racismo, cómo sigue cambiando el medio ambiente por la falta de responsabilidad y estamos “terminándonos esta casa que el Señor nos ha dado”. Son desafíos muy grandes.

¿Cómo educadores qué podemos hacer? ¿Cuál es nuestro papel? Hay que tener una visión global del mundo y eso es importante, para no ser miopes y una visión de dónde estoy viviendo y en qué momento y al mismo tiempo actuar localmente: “yo no puedo resolver los problemas, pero sí de dónde estoy: con mis actitudes, mis opciones, con mi forma de organizar la vida”.

La pregunta que nos tenemos que hacer ¿qué tipo de chicos y chicas quiero que salgan de mis colegios? Y yo creo que debemos hacerlos conscientes, qué sepan en que mundo están viviendo, cuáles son los desafíos que tiene, cuáles las oportunidades. Lo segundo, muy competentes porque si no lo son es inútil que piensen que porque son buenas personas van a tener un lugar en una sociedad que los califica por si están o no a la altura de lo que se les pide. Les hacemos un flaco favor cuando no los preparamos. Tenemos que conseguir que se sientan corresponsables. En el pasado en la educación quizá promovimos mucho el éxito personal, hoy hay que educar a jóvenes para que formen parte de una ciudadanía pro activa, que busque el bien común, donde no simplemente nos sintamos bien personalmente, nos autoafirmemos. Hay que conseguir tener una visión de una gran corresponsabilidad.

¿Fácil? (sonríe) claro que no, porque hoy en día impera un individualismo en el que incluso hablar de solidaridad resulta amenazador ¿por qué tengo que compartir con otro lo que tengo? En la actualidad no se habla de igualdad, ni de fraternidad, se “juega” a los niveles más bajos, no a los más altos.

Esto es nuestro mundo y, obviamente, en una sociedad cada vez más tecnificada viene una racionalidad que es de tipo pragmático: lo que importa es que funcione, que sea productivo, con los menos recursos posibles y ganar lo más que se pueda. Ahí toda la parte humanitaria no tiene lugar.

¿Entonces, cómo hay que educar hoy? Hay que educar el corazón de la gente, no solamente el cerebro.

¿Cómo se lo contamos a los jóvenes?

Aquí viene la propuesta educativa. No me basta con tener una estructura moderna, nueva, el problema es cuál va a ser el proyecto educativo que yo quiero, por eso decía el otro día en la puesta de la primera piedra de Salesianos Pamplona ¿cuál es el perfil de salida de los chicos que yo quiero que salgan de este centro? Porque eso es lo que legitimará y justificará una inversión tan grande, son millones de euros los que costará el edificio, y no es para sacar dinero, no es para especular, para esto está la bolsa.

En la propuesta educativa lo primero hay que hacer es creer en los jóvenes. Debe haber una alianza educativa entre Estado, Familias e instituciones. Sin esto no hay educación. El Estado tiene que garantizar la educación para que las familias puedan elegir dónde educar a sus hijos, no siempre hay estas posibilidades.

Luego los padres de familia no tienen que entender la escuela como la agencia donde descargan su responsabilidad de estudiar, el primer educador debe ser el padre o la madre de familia y tiene que identificarse con la propuesta educativa del centro…no tiene que estar enfrentado.

Sin una alianza educativa es muy difícil por eso desde hace muchos años se empezó a hablar de Comunidad Educativa. La cadena de transmisión de valores quedó rota, antes teníamos una visión monolítica de la sociedad que hoy no existe. La familia era la que comunicaba los valores fundamentales de la persona, la escuela, la iglesia y el oratorio los desarrollaban, la sociedad los tutelaba. Hoy los problemas comienzan en la familia, no solamente no hay valores, sino que con frecuencia hay experiencias muy duras para los chicos.

Ese chico llega a la escuela y en la escuela lo que interesa es el cumplimento de un curriculum académico que le va a pedir el Estado ¿a quién le interesa la persona? A ninguno, aparentemente a todos, pero en el fondo a ninguno y en este sistema prevalece la disciplina y el rendimiento académico.

Y luego el chico o la chica no necesita ir a la sociedad para que les tutele. Tienen un Smartphone y el mal y el bien le llega por ahí, desde sus teléfonos, ahí están sus referentes.

¿Tenemos la batalla perdida?

Los jóvenes no identifican su educación con la escuela, no se identifica con tener profesores, entrenadores… el educador tiene que ser una persona que logra ganarse su confianza, que le merece credibilidad, que le abre el corazón y por lo tanto el maestro se convierte en un referente y le puede pasar, no solamente lo que sabe de física, de química, de historia…le podrá pasar la visión de mundo que tiene…ahora esa visión del mundo viene del continente digital.

El problema es que hoy en día quien está plasmando la forma de pensar está en “internet”. Antes pensábamos que era una grandísima base de datos de la que te podías servir, hoy no es así, se convierte en una agencia educativa mucho más poderosa que cualquier escuela.

¿Cuál es el papel de los educadores?

Debemos formar para el uso de estos medios…estar ahí y formar. ¿cómo es posible que el sr. Bill Gates diga que a su hijo no le da un Smartphone antes de los 13 años? y es un hombre que sabe de lo que habla porque es el propietario de Google y no usan el ordenador más de tres horas al día. Educar en el bueno uso para evitar lo que ya existe: la dependencia de estas herramientas…

Uno de los grandes problemas que están viviendo los jóvenes de hoy es la soledad en la que viven. Nosotros teníamos familias con más hermanos y hermanas. Ahora suelen ser familias de un hijo, que llegará a casa sin que haya nadie que lo espere, todo el mundo tiene llave, en lo que lo más normal es que use la comunicación virtual, para ellos estar conectado es una forma de ser y las relaciones “virtuales” y cómo se gestionen es muy importante.

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